La obra en Pablo Iglesias: cómo no diseñar los cruces de unas aceras nuevas.

La reforma de la avenida mantiene el mismo diseño de aceras en los cruces de calles, una decisión inexplicable.

En marzo de 2023 comenzaron las obras de renovación integral de la avenida de la Av.Pablo Iglesias, proyecto cofinanciado por fondos europeos. Uno de los resultados finales será una ganancia notable de espacio peatonal y el cambio será importante conociendo el degradado estado de conservación y estrechez de las aceras antes de la reforma.  En general, el espacio peatonal se consigue expandiendo a la mayoría de las aceras a lo ancho, aunque en algunos tramos las aceras se redujeron ligeramente (mano izquierda, dirección Villaviciosa).

Sin embargo, la reforma comete un error considerable en el diseño de las terminaciones y cruces de sus aceras: deja los cruces de calles exactamente igual; en ocasiones tal y como se diseñaron hacen 50 años. Un cruce de calles es lugar clave para el tránsito peatonal, puesto que ahí el transeúnte entra en contacto con la calzada mediante un paso de peatones. Un paso de peatones y por lo tanto las aceras que lo introducen, deben ser lo más seguros posibles para el peatón.

Existen varios diseños de cruces pensados para aumentar la seguridad. En general abogan por aumentar el tamaño de la acera, ocupando la fila de aparcamiento, para dejar el paso de peatones lo más corto posible. De este modo el peatón estará el menor tiempo posible en la calzada, es decir, estará menos expuesto al tráfico y se mantendrá  mayor tiempo en “zona segura”. Algunas de las recientes actuaciones en calles como Calderón de la Barca, Río Eo o Ezcurdia, incorporan este tipo de cruces.

Varios pasos de peatones implementados de esta forma en la calle Río Eo.
Un esquema para ilustrar el estrechamiento necesario para aumentar la visibilidad.

Además de que también se gana espacio para ubicar árboles, mobiliario, etc, la sensación de estrechez aumenta para el vehículo que se aproxima al paso de peatones, por lo que se disminuye generalmente la velocidad. Si hay mucha distancia entre aceras la velocidad suele ser mayor y el cuidado, mínimo al rebasarlo. Pero sobre todo, se intenta mejorar la visibilidad entre el conductor y el peatón, así que se suele despejar el área cercana al paso, en Xixón normalmente ocupada por vehículos estacionados legal o ilegalmente.

Este problema, extendido por toda la trama urbana, no cuenta en la ciudad con un diseño por defecto, tanto como en obra nueva como en calles antiguas, algo que es ampliamente extendido por toda la geografía urbana Española y más en ciudades del tamaño de Xixón. Oviedo, mismamente tiene implementadas este tipo de estrategias mediante la instalación de bolardos y pintura previo a los pasos (DayLight)

Daylight en un cruce cualquiera de la ciudad de Oviedo. Los bolardos garantizan que no se ocupe ese espacio en caso de no ser obra nueva.

Volviendo a las obras de la Av.Pablo Iglesias, resultaría coherente que una actuación aprobada en 2022 y destinada a aumentar el espacio peatonal incluyera estos diseños seguros para el peatón. Sin embargo y para sorpresa del OXM, el proyecto recoge las mismas aceras en los cruces que antes. Es decir, en todos los cruces no se ha aumentado ni una sola baldosa el tamaño de la acera para generar esos espacios antes descritos.

Este diseño antiguo deja pendientes poco accesibles. La bajada hasta la calzada debe resolverse en poca anchura, por lo que la pendiente es pronunciada. Se convierte así en menos accesible para personas con movilidad reducida y más incómoda en general para transitar. 
Además, muchas de estas aceras son tan estrechas que se podrían considerar ilegales, ya que no cumplen la normativa actual o las mínimas normas de accesibilidad. En el mejor de los casos, ni siquiera son cómodas para caminar.

A continuación, algunos de los peores ejemplos:

Nos sorprende, ya que en el ayuntamiento se conocen este tipo de pasos a los que nos referimos y el espacio en la calzada que vendría a ocupar un diseño seguro, causaría poco agravio a los vehículos. Se trata de un espacio “sin uso”. Es decir, rara vez se emplea para circular y tampoco se usa para aparcar legalmente. Aunque ya sabemos que desgraciadamente esa no es una norma a seguir en las esquinas de la ciudad, plagadas de coches aparcados ilegalmente, que restringen sistemáticamente la visibilidad en los pasos y cruces.
Si se ocupa con espacio peatonal se le daría un uso mucho más práctico y útil. Por lo tanto, resulta aún más inexplicable que en el proyecto de obras de Pablo Iglesias no haya sido nada ambicioso en este tema.

Desde OXM, instamos a la ya no tan nueva corporación a tomar en cuenta esos espacios en esta obra, cuyo gasto en esas pequeñas reformas, no deberían de suponer una gran distorsión en el total de la intervención. Esperamos también que en las próximas intervenciones urbanas, nuestras calles tengan cruces para peatones accesibles, seguros y actualizados a los mínimos estándares de calidad, que en este caso no se cumplen.


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